Una de las experiencias más inolvidables que el visitante puede llevarse de A Coruña, y de Galicia, es la contemplación de un atardecer desde la
Torre de Hércules.El sol va desapareciendo en el Finisterrae atlántico, con un paisaje de sueño, delante del único faro romano del mundo aún en funcionamiento, a lo que acompaña un
parque escultórico con figuras que representan los orígenes legendarios de la torre y de la ciudad:
Ártabros, de Arturo Andrade;
Breogán, de Xosé Cid;
Caronte, de Ramón Conde;
Hércules y Gerión, de Tim Behrens y José Espora; y el
bosque de menhires de Manolo Paz.La Torre es obra de principios del s. II del arquitecto de Coimbra
Cayo Sevio Lupo. Presenta el aspecto exterior que en 1791 le otorgó la reforma de los ingenieros
E. Giannini (autor de los planos) y
J. Elejalde.
En la Ciudad Vieja...
Comenzaremos en la
plaza del Obelisco, en el centro de la ciudad, donde podremos observar la bulliciosa vida herculina al pasear por las
calles Real y
Rego de Auga, las más tradicionalmente vinculadas al comercio, que desembocan en la majestuosa
plaza de María Pita, en la que se puede contemplar la hermosa
Casa Consistorial de estilo modernista. Desde esta plaza nos sumergimos en la
ciudad vieja, donde podemos empaparnos de la más singular historia coruñesa, pues podemos visitar la
Iglesia de Santiago, románica del s. XII, aunque cuenta con elementos ojivales de los s. XIV y XV; la evocadora
plaza de Azcárraga; la
Colegiata de Santa María, construida entre los s. XII y XV, muy próxima al
Museo de Arte Sacro; o la
plaza y
convento de Santa Bárbara, que forman un conjunto de singular belleza.Antes de abandonar la ciudad vieja nos aproximaremos al
Jardín de San Carlos, al lado del
Museo Militar y de la
Fundación Luís Seoane, parque romántico muy agradable en un antiguo bastión de defensa (1843) que alberga la tumba del General Moore, muerto en la batalla de Elviña de 1809. Es un buen mirador sobre la ciudad.
Por el Paseo Marítimo...
Dejamos la zona antigua de A Coruña acercándonos a los
Jardines de la Real Maestranza, con antiguos cañones de defensa de la urbe y donde tenemos una notable vista al
dique de Barrié de la Maza, a la excepcional arquitectura contemporánea de la
Torre de Control Marítimo y al
Castillo de San Antón. Desde aquí bajamos al
Paseo Marítimo hacia la
Torre de Hércules. Es un recorrido de una gran belleza, pues se nos ofrecen panorámicas de la ruda costa abierta al Atlántico.Debemos detenernos cerca del faro romano, visitarlo, así como el entorno e incluso el edificio de la vieja cárcel, y seguir camino por el paseo hasta el
Aquarium Finisterre, al que se recomienda una visita, tanto por el contenido como por el paisaje marino que nos permitirá contemplar. Continuaremos hasta el principio de la
playa de Orzán, desde donde haremos a pie el paseo hasta el estadio de fútbol de Riazor, auténtico templo deportivo para los coruñeses con la buena marcha de su equipo en los últimos años. Desde este lugar existe muy buena visibilidad a lo lejos de la
Torre o del Obelisco del Millennium.
En el Centro...
Desde aquí volvemos hacia el punto de partida por la
Avenida Rubine, la
plaza de Pontevedra y la
calle Juan Flórez, en la que se podrán observar varios edificios modernistas y aprovechar la variada oferta comercial para comprar algún recuerdo de la ciudad.Desde esta calle vamos hacia la
plaza de Ourense pasando primero por la singular y recién renovada plaza de abastos de la
plaza de Lugo. Desde aquí saldremos a los
Cantones de Méndez Núñez, una de las áreas más clásicas y conocidas de la ciudad, y podremos descansar en los
jardines del parque una vez finalizado el recorrido. Si aún tenemos ganas de caminar más podemos acercarnos y visitar, en las cercanías, las exposiciones de las fundaciones
Barrié de la Maza y el
Centro Sociocultural A Banca A Coruña en la que el propio edificio es una singular obra de arte contemporáneo, o las del modernista
Kiosco Alfonso, o incluso, para los que gusten del juego, acercarse al
Casino Atlántico.